RINCÓN POLICIAL
Casos verídicos, cuentos, charrascos...

El Inspector Carrados

El Asesino del Gato

—¿Ahora qué, Jefe? —preguntó el joven Detective.

Carrados estaba demasiado abstraído para prestar atención a su   ayudante.

Estiraba el arrugado papel con una gran mancha roja, apenas se leía; en rojo también dos palabras: Ovillo y más abajo el signo #.

Su mirada se perdió en los árboles del Cerro Santa Lucía; su rostro pétreo fue acariciado suavemente por su mano. El ring ring del teléfono del departamento que se transformó en sitio del suceso de un brutal crimen, sonó y lo sacó de su profunda reflexión.

—Es para usted Jefe, el Fiscal… —pocas palabras bastaban entre ellos.
—Sí, señor…, otra nota, sí… la misma firma, papel manchado con sangre, probable de la víctima…;  como los dos anteriores, día lunes y  solos, no hay testigos.  Sí, señor, se retiró el equipo del Sitio del Suceso… Sí, el cadáver fue remitido a la morgue.  A sus órdenes —con un suspiro, cortó. Su ayudante, el  Detective González, por primera vez lo escucha suspirar en el par de años que trabajan juntos.

Tercer asesinato que investigaba, con la firma de un aparente desequilibrado mental. Degolló a un  ejecutivo de una conocida línea aérea comercial, Roberto Escalona, un señor de  55 años de edad según su carné de identidad y un misterioso papel ensangrentado con una palabra, un número y un signo #.